El Campus de Huesca de Unizar lanza una nueva titulación en el ámbito de la medicina y la nutrición
Los profesores de la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte Miguel Montoro, del grado de Medicina, e Iva Marques, del de Nutrición y Dietética, lideran esta iniciativa
La celiaquía, el hígado graso, la disbiósis, el síndrome de intestino irritable, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa son algunas de las dolencias digestivas que pueden plantear problemas de nutricionales importantes
Ofrecer una formación específica y rigurosa en torno a ellos para profesionales de la Medicina y de la Nutrición es el objetivo de este máster de la universidad pública aragonesa
El Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza confirma su apuesta por las enseñanzas del ámbito de las ciencias de la salud con el lanzamiento de una nueva titulación, que combina la medicina y la nutrición. El Máster de Formación Permanente en Intervención Dietética y Soporte Nutricional en las Enfermedades del Aparato Digestivo, una iniciativa promovida desde la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte, que pretende atender una necesidad formativa detectada en los ámbitos profesionales de la sanidad y la nutrición, admite ya a estudiantes para impartirse este mismo curso en modalidad online.
La celiaquía, el hígado graso, la disbiosis, el síndrome de intestino irritable, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa son algunas de las dolencias digestivas que pueden plantear problemas de nutricionales importantes, y que requieren profesionales con formación específica para afrontarlos.
“La propia Asociación Española de Gastroenterología ha declarado esta titulación de interés docente y utilidad, por el valor añadido que comporta tanto para dietistas nutricionistas titulados como para gastroenterólogos con especial interés en la nutrición clínica”, explican Miguel Ángel Montoro e Iva Marques Lopes, profesores, respectivamente, de los departamentos de Medicina y Nutrición del campus público aragonés, que coordinan este estudio.
Contribuirán a impartir esta formación, precisan, endocrinólogos, bioquímicos, hepato-gastroenterólogos, expertos en microbioma intestinal y en cirugía bariátrica, intensivistas, psiquiatras con experiencia en trastornos de conducta alimentaria, especialistas en geriatría, dietistas-nutricionistas y personal de enfermería que trabaja en el ámbito de la nutrición clínica.
La preinscripción para este postgrado, que tiene una duración de un año, y que podrá seguirse a través de Internet, estará abierta hasta el 24 de noviembre en la web universitaria. El inicio de las clases está previsto para el 9 de diciembre.
Este estudio “viene a reforzar la amplia oferta formativa de titulaciones de grado, máster y formación permanente que tenemos en el Campus de Huesca en el ámbito de las Ciencias de la Salud”, destaca la vicerrectora Marta Liesa. “Su puesta en marcha aprovecha y potencia las las sinergias entre especialistas de distintas disciplinas de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte, atendiendo un aspecto que puede ser útil para los profesionales de la medicina y la nutrición”.
Con este máster “se pretende cubrir un vacío formativo”, señala por su parte Miguel Montoro, “y proporcionar a los posgraduados una capacitación de excelencia en el manejo de la desnutrición asociada a las enfermedades del aparato digestivo, con las debidas garantías de transparencia, mérito y equidad que proporciona una universidad pública y de prestigio”.
Esta formación, añade Iva Marques, puede contribuir, además, a hacer visible el papel que pueden desarrollar profesionales de la nutrición, junto al personal sanitario, en las estructuras del sistema de salud; y también, de paso, por su carácter riguroso, a disipar la “desinformación” que en torno a estas enfermedades se da en ocasiones en redes sociales.
Un problema con notable incidencia social
Existe una amplia miscelánea de enfermedades digestivas que pueden conducir a estados de desnutrición, bien sea por alterar los mecanismos que garantizan la digestión y absorción de los nutrientes, como ocurre en la enfermedad celiaca que afecta al 1% de la población, o por provocar daños anatómicos o estructurales que conducen a pérdidas de proteínas por el tubo digestivo, señalan desde el Campus oscense de Unizar. Tal es el caso de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, enfermedades que ulceran el intestino causando grave pérdida de nutrientes.
Especial interés tiene, hoy en día, el hígado graso causado por el depósito anormal de grasa en las células del hígado debido a diversos factores como el sobrepeso, obesidad, hiperglucemia e hipercolesterolemia. Esta enfermedad, que puede considerarse, señalan, una “verdadera pandemia de nuestro tiempo”, además de ser la principal causa de trasplante hepático en Estados Unidos, representa la causa más frecuente de enfermedad hepática derivada desde los Centros de Salud a las consultas externas de Aparato Digestivo.
No menos importantes, añaden los responsables de este estudio, son las consecuencias nutricionales que genera la disbiosis, un cambio en la composición o las funciones de la microbiota intestinal que, al alterar la permeabilidad del epitelio intestinal, permite la incorporación de antígenos y toxinas que conducen a estados de microinflamación en las capas más profundas de la mucosa intestinal. Todo ello conduce a modificaciones en el umbral de percepción visceral, en la secreción de agua y electrolitos y en la actividad peristáltica (o motilidad) del intestino, causando multiplicidad de síntomas gastrointestinales englobados en lo que se ha dado en llamar trastornos funcionales digestivos. Un buen ejemplo de ello es el síndrome de intestino irritable, que llega a afectar al 6-8% de la población general.
De todas estas enfermedades, y en especial de la disbiosis (también nombrada como SIBO), señalan Miguel Montoro e Iva Marqués Lopes, “existe una gran desinformación en redes sociales que generan confusión y desasosiego entre multitud de pacientes que se sienten identificados por estos problemas y contribuyen a colapsar el sistema sanitario”. Frente a ello, destacan, “es importante que sociedades científicas y universidades tomen el mando en este punto y lideren la formación, proporcionando la mejor evidencia científica, a los profesionales interesados en el campo de la nutrición clínica”.
En este sentido, recuerdan, médicos y nutricionistas tienen distintas posibilidades de formación. Mientras quienes se titulan en Medicina tienen la posibilidad de adquirir una formación especializada a través del sistema MIR, los graduados y graduadas en Nutrición Humana y Dietética tienen más dificultades para acceder a un sistema de formación y capacitación para el desempeño de su profesión, en el ámbito de la Salud Pública, y más en concreto en las Unidades y Servicios de Aparato Digestivo.
“En otros países de Europa, y también en Australia o Norteamérica, existen Servicios de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición que incorporan en sus plantillas a dietistas-nutricionistas titulados”, precisan. En ellos, añaden, “desempeñan un papel importante en el manejo y soporte nutricional de pacientes con dolencias digestivas”, tanto en la atención ambulatoria como en la hospitalaria.
Por ello consideran que los dietistas-nutricionistas titulados no deberían permanecer alejados de entornos sanitarios, “en el marco de una atención interdisciplinar donde intervienen gastroenterólogos, hepatólogos, pancreatólogos, cirujanos, intensivistas, endocrinólogos, psicólogos y personal de enfermería”.
Se espera, concluyen, “que el esfuerzo logístico y el despliegue de recursos que proporcionará la Universidad de Zaragoza para el desarrollo de esta titulación -con participación de profesorado nacional e internacional- tenga su justa recompensa y genere un clima favorable para que los Departamentos de Sanidad de las diferentes Comunidades Autónomas, tomen conciencia de la necesidad de incorporar a dietistas-nutricionistas titulados a las Unidades y Servicios de Aparato Digestivo, una justa reivindicación de los gastroenterólogos y una necesidad fehaciente para la población afectada por enfermedades digestivas que además de causar desnutrición, alteran gravemente su calidad de vida, generan absentismo, pérdida de productividad en el puesto de trabajo y un considerable gasto sanitario”.
Medicina y Nutrición
Miguel Ángel Montoro Huguet, uno de los responsables del nuevo máster en Intervención Dietética y Soporte Nutricional en las Enfermedades del Aparato Digestivo, es profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte de Huesca. En este centro de Unizar ha impartido docencia en los grados de Medicina, Nutrición Humana y Dietética y Odontología, además de en el Máster Universitario en Iniciación a la Investigación en Medicina. Ha sido presidente de la Sociedad Española de Enfermedad Celíaca y responsable de la Unidad de Gastroenterología y Hepatología del Hospital San Jorge de Huesca.
Iva Marques Lopes, también coordinadora del nuevo Máster, es igualmente profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte de la capital altoaragonesa. En ella ha centrado su labor formativa especialmente en el el grado en Nutrición Humana y Dietética. Pero también ha impartido docencia en el doble grado que este conforma con el de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte; en el Máster Universitario en Evaluación y Entrenamiento Físico para la Salud. Es académica de honor de la Academia Española de Nutrición y Dietética. Anteriormente ha liderado como máxima responsable o como integrante de sus órganos directivos la conferencia española de facultades de Nutrición Humana y Dietética y distintas asociaciones estatales de dietistas nutricionistas. Es también miembro del Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2).
Máster de Formación Permanente en Intervención Dietética y Soporte Nutricional en las Enfermedades del Aparato Digestivo
Fuente: Boletín iUnizar